Director periodístico: Víctor Hugo Anteparra Reátegui
20 abril, 2024

‘‘Ésto solo será temporal’’

 ‘‘Ésto solo será temporal’’

¿Cuánto ha afectado la pandemia al trabajo?

Domingo, 15 de marzo del año 2020. ¿Quién iba a pensar que ese sería nuestro último día de libertad sin confinamiento, antes que el presidente mencionara ‘‘estado de emergencia’’?

Muchas cosas cambiaron a partir de ese momento, el primer día en aislamiento social obligatorio. Las personas se notaban alteradas y confundidas, aún divagando por las tiendas, supermercados y muchos centros de abasto con el fin de tener una reserva llena para pasar sus días en casa respetando lo que exigía el presidente de la República.

Según los estándares de La Población Económicamente Activa (PEA), este año en solo menos de dos meses las cifras de desempleo tras el COVID 19 es más de 288 000 solo en Lima Metropolitana, sin contar provincias del país y vendedores informales durante el estado de emergencia.

Como la región San Martín se estaba adaptando al nuevo comercio internacional como también nacional importado, no pasó mucho tiempo desde que una de las empresas más grandes de todo el país, Grupo Intercorp, llegará a la región, específicamente a la ciudad de Tarapoto, dónde decidió entablar un 14 de diciembre del 2018, dos empresas reconocidas a nivel nacional con rubros diferentes, pero cada una de ellas con sus respectivos consumidores. Una de ellas es Plaza Vea, tienda comercial especificada en productos de primera necesidad para el hogar, como alimentos, productos de aseo y tecnología. La siguiente tienda conocida como Promart Homecenter, especializada en materiales de construcción y productos especificados para decoración y comodidad para el hogar, siendo esta última la más afectada en sus ventas y de por si a sus trabajadores, por el cierre temporal de sus puertas, tanto por el confinamiento presidencial y por la actual pandemia.

Antes del 17 de marzo, se podía apreciar aún pasillos repletos tanto de trabajadores como consumidores, algunos de ellos sin tomar en serio lo que en esos momentos se rumoreaba y contentos, puesto a que la enfermedad no había llegado a la región de San Martín, pensaron que la vida cotidiana que tendríamos seguiría siendo la misma que conocemos, pero grave fue el error de celebrar antes. Después de ese día, solo quedaron pasillos silenciosos y oscuros.

Empleados, personas emprendedoras como líderes de comercio, emitieron un mensaje a toda la población que solo atenderán los negocios de acuerdo a lo establecido por el  Estado, con un plan de 15 días de ‘‘descanso’’ para todas las ventas que no eran de primera necesidad, así evitando que el país incremente los contagios y se evite  colapsos.

Todo marcharía bien con los comercios solo hasta las primeras semanas, después del anuncio de 13 días, la situación se fue complicando, especialmente el caso de una de las tiendas de Intercorp en la ciudad de Tarapoto, Promart Homecenter, ubicada en la avenida Salaverry en el distrito de Morales, obedeciendo al pie de la letra desde el primer mensaje de la nación, empezó a perder ventas y con ello causó un gran alboroto en gerencia de pagos, no solo en la región San Martín, sino también a nivel nacional, causando el desempleo que una persona desearía tanto en momentos como este, pero; ¿Por qué tantos trabajadores se vieron afectados en Tarapoto?.

Según Berthy Delgado, exgerente de apoyo de recursos humanos en Promart Tarapoto, dijo que la causa de acuerdos en dejar la empresa fue por la cantidad sobrepasada de los contratos requeridos con normalidad en una tienda de provincia, ‘‘Éramos bastantes personas en una tienda de provincia, normalmente tenemos un límite de gente con la cuál deberíamos trabajar, entre ese límite, son ellos los responsables de aprender y general ingresos para la tienda de una manera formal y educada, pero en sí no contratábamos personas por así decirlo sobrantes, por gusto, era para un beneficio de los chicos que necesitaban un empleo para progresar, y eso es lo que hace una tienda como Promart, contrata jóvenes para trabajar en medio tiempo y ayudarlos de manera económica, pero gracias al estado de emergencia, lamentablemente no pudimos seguir manteniéndolos por mucho tiempo, especialmente al personal nuevo y algunos cuyo contratos vencía, ya que la tienda no generaba ingresos como por un mes, y de los 147 colaboradores lamentablemente teníamos que quedar en aproximadamente en 110 e incluso menos, la cual no fue fácil, pero llegando por llamadas tuvimos acuerdos de despido con beneficios para que pudiéramos seguir adelante y mantener la empresa en pie en la ciudad de Tarapoto’’.

De acuerdo a la Ley del Trabajador en Perú, los despidos en acuerdos son pagados y negociados con una indemnización, lo cual el trabajador puede aceptar o incluso llevarlo a juicio, pero en el caso de Promart fue más un acuerdo, pues así nos comenta Sofía Delgado Navarro (19), ex trabajadora de la tienda, quién fue una de las colaboradoras en llegar a este acuerdo con la empresa.

Delgado Navarro dice: ‘‘Recibí una llamada de parte de gerencia, mi jefe directo me comentó la situación de las cosas, aclarándome toda duda antes de que recursos humanos vuelva hacia mí para llegar a un acuerdo, dónde nos ponían la compensación de tiempo trabajado, la gratificación que recibiríamos en el mes de julio, el último pago que recibiríamos de ellos que fue en el mes de abril, con todo bonificación de alimentos y el seguro que nos quedaría que sería sólo los próximos 3 meses, después de eso la llamada solo finalizó en un ‘‘esto es solo temporal’’ y si vuelven a la normalidad nos volverían a llamar, esa fue la última comunicación laboral a través de un frío teléfono, sin embargo aún tengo esperanza de estar de nuevo con el excelente equipo que tenía, aunque sí, me siento algo ofendida por el hecho de cómo se llevó las cosas’’.

La gran parte de la población sin empleo está en una montaña rusa de emociones limitadas, de estar en la cima y ahora están de caída y en picada, una situación que no dio tiempo de reaccionar y ahora vemos las consecuencias, personas pidiendo justicia por ser despedidos de un día a otro y otras gritan en silencio porque no hay nada que las ampare.

Todo el país espera que pronto pueda ver una luz de esperanza, reactivando todos los espacios de la economía, para de esta manera poder salir de lo que se convirtió temporal a una fecha sin límite para volver a la  vida normal.

 

Por:

Luz Saavedra Vásquez

Fotografía: RPP

 

 

 

 

 

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