Desigualdad social en medio de una pandemia

Como bien se sabe el nuevo coronavirus ha afectado a todos los ciudadanos sin excepción alguna, entrando a una emergencia sanitaria a nivel mundial. El Perú es parte de ello, aunque ya teníamos espejos de la crisis sanitaria vivida en  países europeos, la propagación del Covid – 19 se expandió sin control en todo el territorio nacional.

La angustia era evidente, ya que en nuestro país el sistema de salud es deficiente y muchos de los gobiernos que han pasado por el poder nunca se esmeraron en mejorarlo, pero existe algo más crítico y es que estamos perdiendo, no solo familiares y amigos, sino la  libertad, poniéndonos en un aislamiento social obligatorio.

Existe un grupo social que siempre ha vivido olvidado por el gobierno peruano e incluso marginado por sus propios compatriotas, se trata de las comunidades nativas oriundas del país. Por causa de esta pandemia se han visto muy afectadas.

Las comunidades nativas son un blanco ideal para este virus porque la calidad de vida de mucho de ellos no se compara con la realidad de los demás ciudadanos, contando que los centros de salud, postas médicas y hasta hospitales no se fueron adecuando para combatir la pandemia.

El gobierno ante está crisis no tomó en consideración la realidad que viven estas comunidades, siendo tardía sus acciones, puesto que a los 56 días de la declaratoria del estado de emergencia y la inmovilización nacional, se emitió un Decreto Legislativo N° 1489, mediante la  Ley N° 31011, del numeral 1 del artículo 2 de la citada Ley delega en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar en materia de salud, con el objeto de dictar medidas que permitan la adecuada y plena prestación de los servicios de prevención y atención de salud para las personas contagiadas y con riesgo de contagio por Covid-19, así como medidas para reorganizar los servicios de salud, en el marco de la emergencia sanitaria.

En la normativa publicada por el gobierno, señala que se garantizan la participación y los mecanismos de coordinación y articulación con organizaciones representativas de los pueblos indígenas y originarios en coordinación con los gobiernos regionales y locales. La estrategia planteada por el gobierno fue tardía y ha sido cuestionada por algunas organizaciones indígenas y no solo por la demora en ser aprobada.

La Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), que agrupa a 64 pueblos indígenas amazónicos, emitió un pronunciamiento refiriéndose al Decreto Legislativo 1489: “La norma sale tardía, con mucho texto general, resumen de lo ya sabido y normado, ausencia de estrategia, algunos avances y queda por confirmar en la realidad si sirvió para evitar que mueran indígenas”. Este pronunciamiento se dio mientras el presidente de AIDESEP, Lizardo Cauper, permanece en aislamiento tras dar positivo a la prueba de Covid-19.

Esta realidad pudo ser otra evitando que decenas de indígenas afrontaran este virus sin mayor respaldo del gobierno, sabiendo que son parte indispensable para nuestra cultura, por sus costumbres, tradiciones y saberes ancestrales. Esta situación ha puesto a la palestra la desigualdad social que existe, ya que se pudo actuar con mayor rapidez en las acciones para los pueblos indígenas u originarios.

Por: Ruth Jennifer Cajo Cárdenas

Fotografía: SDPA Actualidad Ambiental