Las veedurías ciudadanas y su rol en la culminación de obras que evitaron la deserción escolar en el colegio Rosa Agustina de Iquitos
El Rosa Agustina Donayre de Morey es uno de los colegios más emblemáticos de Iquitos. Actualmente cuenta con más de 1500 escolares y sin vacantes disponibles para el próximo año. Quién iba a pensar que esto sería posible si hace 4 años específicamente, estaban en medio de una deserción escolar. Esto debido a la ejecución de una nueva infraestructura, la cual fue sometida a diferentes paralizaciones y concluyó gracias a la vigilancia articulada entre padres, docentes y autoridades que formaron parte de la mesa de concertación regional. Este trabajo en conjunto permitió asegurar el cumplimiento de las obras de manera eficaz y eficiente con valor compartido para la empresa y los beneficiarios de las obras.
La veeduría ciudadana en esta obra fue a través de la aplicación de un método conocido como los estándares de integridad. Esta herramienta fue diseñada por especialistas de la sociedad civil, a través del Proyecto Inversión Pública Transparente de USAID. Son quince los estándares que los ciudadanos pueden utilizar de acuerdo a la etapa de la obra pública.
En el mencionado plantel, la veeduría ciudadana identificó que la obra ejecutada por el Gobierno Regional de Loreto no cumplía con el estándar de integridad numero 14, que tiene que ver con la obligatoriedad de contratar a un supervisor de obra de planta. La observación fue presentada y tras las reuniones y coordinaciones se licitó la contratación de un profesional en el área, afirma Emilio Agnini, coordinador de Instituto de Promoción Social Amazónica, una de las organizaciones que ejerció la vigilancia:
“A partir de esa mesa, el Gobierno Regional de Loreto asumió el compromiso de desarrollar el proceso de selección, a fin de que en breve y en el menor tiempo posible se pudiera ya contar con la empresa encargada de la supervisión”
Según la organización Proética, fueron al menos cuatro los estándares de integridad aplicados, donde también se consideró el 3, debido a que solo el 36% de los profesionales participantes de la obra cumplía con presentar sus declaraciones juradas de intereses. Tras presentar detalles sobre la importancia y seguimiento, esta aumentó a 81%, de las personas que regularizaron el documento.
De este modo, la obra fue ejecutada con mayor celeridad para contrarrestar el proceso de deserción que se estaba dando, debido a que los escolares estudiaban en locales provisionales sin las condiciones adecuadas.
La ayuda de las instituciones y el compromiso de las veedurías ciudadanas fue importante porque dio el acompañamiento y soporte para culminar la obra, asegura Adela Mesía Cornejo, directora del emblemático Rosa Agustina.
“Hemos tenido muchos padres, entendemos eso, han retirado a los chicos, sin embargo, en ningún año hemos estado en riesgo de que nos quiten, ni maestros, ni nos disminuyan capacidad de nuestra escuela. La intervención de esta organización, de esta veeduría ha sido muy importante, porque sentir que no solamente somos nosotros, una voz solitaria, sino que otras organizaciones se suman y nos ayudan en esta posición”
Los estudiantes también jugaron un rol muy importante junto a sus padres, pese a la evidente deserción por los 4 años de espera de la obra, ellos permanecieron firmes y acompañaron en la lucha de sus padres de familia, con quienes también participaron en la fiscalización y control para hoy tener un plantel con una infraestructura adecuada, es lo que nos dice el alumno Ramses Espinoza, dirigente escolar del colegio.
“Es muy cierto que hubo muchas adversidades con lo que es la entrega de la construcción en sí, puesto que hace 4 años con la demolición del antiguo colegio, lo que provocó mucha deserción entre muchos compañeros, muchos alumnos, muchos profesores, que prácticamente con la lucha constante lograron que nos entregaran la obra este año”.
Los estándares de integridad es una metodología que puede ser replicable en otras obras, por parte de la sociedad civil organizada. Actualmente, son siete las regiones donde se aplica estos estándares de integridad, incluyendo Loreto, señala Cecilia López de Proetica
Actualmente la Contraloría de la Republica realiza labores de control y fiscalización y evidenciaron algunos problemas en las alcantarillas de aguas pluviales, las mismas que son un problema cada que se presentan días lluviosos, según comenta Teresa Pinedo Ríos, docente coordinadora de los padres de familia del colegio.
“La contraloría viene para levantar algunas observaciones, algunos problemas que se presenten, bueno, que generalmente hay en las construcciones para ver para mejorar, hay lugares que por ejemplo cuando llueve, por el mismo problema que hay acá en la Putumayo, el sistema de drenaje es bastante deficiente, entonces cuando llueve muy fuerte, se nos llena patio con un poco de agua, estamos viendo el tema del ascensor”
La vigilancia ciudadana, sin embargo, supone una tarea que no culmina con la entrega de la obra y hay nuevos retos que deben ser desarrollados para el acompañamiento posterior.